Desde la Coalición Cívica (CC) también reclamaron la renuncia de Cúneo Libarona. El diputado Maximiliano Ferraro lo describió como un "escándalo de proporciones que exhibe tráfico de influencias, violación a la Ley de Ética Pública y gestión ilegal de intereses". Pero Ferraro no lo circunscribió únicamente a Cúneo Libarona. "Éste es un gobierno reñido permanentemente con la ética e integridad pública. No entienden los límites ni las restricciones que tienen como funcionarios públicos". Fuentes de la CC dijeron que estaban trabajando en una ampliación del pedido de juicio político contra el ministro de Justicia que ya había presentado Mónica Frade.
"No me sorprende lo de Cúneo Libarona", responde la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, exministra de Mujeres, Géneros y Diversidad. "Estamos hablando de una persona que ha estado vinculada a graves delitos contra la administración pública, incluso en el ejercicio de su profesión. Es decir, hablamos de alguien que nadie podría considerar apto para ocupar el Ministerio de Justicia por su expertise o profesionalismo, sino más bien por sus vínculos con lo peor del Poder Judicial. Podría estar incurriendo en delitos como tráfico de influencias, encubrimiento e incluso cohecho —porque cuesta imaginar que ayudaría desinteresadamente a una persona imputada por hechos gravísimos en Argentina. Es de una gravedad institucional enorme".
El abogado Rodrigo Tripolone denunció al ministro de Justicia por abuso de autoridad. Su presentación quedó radicada en el fuero ordinario, que posiblemente se declare incompetente y envíe el tema a los tribunales de Comodoro Py, donde Cúneo Libarona acaba de sufrir una dura derrota al tener que postergar la implementación del sistema acusatorio. Tripolone hizo la denuncia a título personal, pero se presenta como el apoderado de dos de las denunciantes de Ballard, quienes habrían estado en contacto con Bullrich.