"La empresa no da pérdidas, es superavitaria y la calificamos como estratégica, impulsando el desarrollo industrial y promoviendo el trabajo argentino", sentenció Andrés Kreiner, secretario general de la seccional Buenos Aires de la Asociación de Profesionales de la CNEA y la Actividad Nuclear (APCNEAN), en diálogo con C5N.com.
"Privatizar NA-SA, entonces, no tiene ninguna justificación ni económica ni técnica y no va a mejorar las condiciones de vida de la gente", remarcó, y explicó que en el caso de incrementar las ganancias de un inversor privado, se deberá incrementar la tarifa, con lo que "toda esta aventura la vamos a terminar pagando todos".
Para Kreiner, uno de los motivos es "hacerse de dólares, que el Gobierno necesita desesperadamente para mantener el dólar barato, que es irresponsablemente electoralista y cortoplacista", como también "transferir un negocio al sector privado", ya que para el físico es un "negocio redondo que se monta sobre un sistema exitoso construido por el Estado".
En esta línea, también es un objetivo "coartar en buena medida la capacidad independiente de desarrollo nuclear que la Argentina logró hace muchas décadas, la Argentina eligió una línea tecnológica que es la línea de uranio natural y agua pesada", argumentó el físico, en el caso de que avance un inversor con más del 44% accionario podría decidir cambiar la línea tecnológica.