En su declaración ante las autoridades, el hijo del fallecido relató que se encontraba descansando en la vivienda ubicada al frente del terreno cuando escuchó quejidos provenientes del fondo. Al salir, observó una gran llama al costado de la casa del fondo. Al acercarse, pudo ver que su padre se encontraba envuelto en fuego, aún sentado en el sillón. De inmediato, junto a una mujer cercana al domicilio —identificada como Natalia Barraza— intentó sofocar las llamas arrojándole agua, aunque sin éxito, ya que el anciano no respondió y terminó cayendo al suelo debido al deterioro del sillón quemado.
Fabián Orellana agregó que su padre vivía solo en la casa del fondo y que la última vez que lo había visto con vida fue en la noche del día anterior, cerca de las 20 horas, cuando le llevó la medicación habitual.