El empresario fueguino, sin embargo, admitió que parte de la responsabilidad es por la falencia de las fuerzas opositoras para canalizar el voto bronca. “Esto no es sólo una cuestión aritmética. No hay dudas de que si hubiéramos ido unidos seguramente hubiéramos capitalizado un porcentaje mucho mayor de la sociedad que está disconforme con Melella, pero que también está descontenta con la oposición. Nosotros estamos en un proceso de mostrar que no somos sus cómplices de Melella, y con esta elección quedó clarísimo que Pablo Blanco jugó a su favor. Su candidatura era una gran farsa que hoy se terminó”, dijo.
Tierra del Fuego es la única provincia de las que votaron este domingo, junto a Salta, La Pampa y San Juan, en la que ocurrió un hecho tan inusual. En general, el voto en blanco no supera el 10 por ciento e incluso en la gobernación se mostraban desconcertados. “No entendemos qué pasó, nos estamos preguntando eso. En Ushuaia puede ser que la líder local, Chispita, al ser ajena, no nos haya querido transferir sus votos. Pero en Río Grande no entendemos cómo es que hubo tanto voto en blanco para la intendencia, y para la gobernación. Es una rareza total”, dijeron cerca de Melella.
De todas formas, admitieron que preveían un escenario complicado, porque todas las encuestas en la previa de los comicios les devolvían una cantidad de indecisos importante, en torno al 25 por ciento. “Quizá deberíamos haber hecho una campaña contra ese tipo de voto. Pero entendíamos que había oferta de sobra. Lo cierto es que a nosotros sí nos votaron. El problema es de la oposición, que no supo capitalizar ese veinte por ciento. Si lo hubieran capitalizado, hubieran sacado 30 puntos”, dijeron, en coincidencia con el análisis de Rossi desde Pro.