En la misma línea, la ingeniera María Eva Koutsovitis apunta que “bajo la retórica de la ‘libertad’ y la ‘eficiencia del Estado’, el gobierno puso en marcha uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente“. ”Estamos frente a un saqueo sistemático de los bienes comunes para alimentar la especulación inmobiliaria que responde a una lógica clara: transferir riqueza de toda la sociedad a un puñado de desarrolladores y corporaciones financieras. Cada metro cuadrado de tierra pública que se vende es un metro cuadrado que el Estado pierde para siempre como herramienta de planificación“, añade la integrante del movimiento La Ciudad somos quienes la habitamos.
Desde el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), Pablo Mesa, coordinador del Área de Territorio y Acceso a Derechos, coincide en que “la tierra pública es un activo estratégico" y que “venderla a privados para cualquier destino, desde un edificio de viviendas, hasta dejarla baldía a la espera de revalorización, es ni más ni menos que cederles toda iniciativa de planificación territorial cuando los terrenos se podrían utilizar para generar stock de vivienda pública, equipamiento urbano como escuelas, hospitales o espacios verdes".
Puntualizando en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, que hasta ahora encabeza el listado de terrenos vendidos, Mesa subraya que el proceso de subastas “es una buena definición de extractivismo urbano“. El ordenamiento ambiental del territorio, instrumento esencial para la planificación de ciudades sostenibles y resilientes, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, no es considerado por quienes deciden el uso del suelo en la Ciudad Autónoma. Al mismo tiempo los escenarios climáticos son alarmantes en cuanto al incremento de olas de calor y precipitaciones extremas, y la Ciudad ostenta menos de seis metros cuadrados de espacios verdes por habitante", sostiene.
La lista de tierras nacionales para grandes desarrollos inmobiliarios sigue también en la Provincia de Buenos Aires. Allí destacan dos terrenos a vender entre los que aparece el resonante caso del predio del Parque de la Costa en el Partido de Tigre con cinco hectáreas de superficie. Mucho más grande es el terreno ofertado junto al Aeropuerto de Ezeiza, a un costado de la Autopista Ezeiza–Cañuelas con 34 hectáreas de extensión en tierras del actual Instituto Nacional del Agua.
Ese caso despertó la resistencia de los y las trabajadoras del instituto, que en septiembre alertaron que la futura venta incluirá los terrenos donde se encuentran las naves de trabajo en las que se ensayan desarrollos estratégicos del país. Es el caso de la Nave Yaciretá, donde “se verificó el diseño con un modelo físico hidráulico de la obra pública más importante de la historia del país”, o de la de Grandes Modelos Marítimos en la que “se ensayaron grandes obras nacionales e internacionales como las de la Esclusa de Navegación Paraná Medio y el Canal de Panamá”.
Además del terreno en plena montaña, Mendoza será escenario de otras dos grandes subastas: de tierras ferroviarias, una dentro de la capital provincial y otra en el Departamento de Guaymallén. La primera es el cuadro entero de la estación Mendoza Cargas, en pleno centro de la ciudad y con 20 hectáreas, mientras que la segunda es el cuadro de la estación del exferrocarril San Martín en Guaymallén con 25 hectáreas.