Los resultados se remiten en sobres cerrados a los superiores jerárquicos, en una cadena que culmina en el gobernador. Además, el test se incorpora como requisito obligatorio para el ingreso y ascenso dentro de la Policía y el Servicio Penitenciario.
“Actuamos con ejemplaridad”, destacó Pullaro. “El ministro me avisó ayer que llegaban las muestras y pedí estar presente para dar el ejemplo. Acá no se persigue a nadie por un consumo problemático, pero lo que no vamos a permitir es que haya funcionarios que consuman sustancias ilegales.”
En los casos en los que se detecte consumo, se priorizará el abordaje sanitario, aunque si se trata de personal en funciones sensibles o cargos de mando, podrá ser apartado preventivamente.
“Es una política de integridad. Queremos instituciones que cuiden a la sociedad y que lo hagan con transparencia activa”, cerró Cococcioni.