“Es normal en este Gobierno (las formas), pero se asumió un compromiso, cuando rendimos el examen y adjudicamos, de formarnos. Despidieron a todos nuestros docentes, somos una residencia sin instructores ni supervisores. Se sostiene 100% en base a las jefaturas, pero tampoco va a haber. Solamente van a haber residentes voyando y nadie se hace cargo de nuestra formación. Ellos pueden decidir o no comunicar de cierta o cuál manera pero hay normativas y seguimos viviendo en una democracia”, denunció García.
Las consecuencias de cara a un futuro cercano son más que claras: faltará acompañamiento de salud mental en gran parte de la población más vulnerable. Se registrarán problemas en la demanda espontánea, en la entrevistas de admisión, las rotaciones, habrá menos espacios de atención o internación, menos guardias y también ausencia de profesionales. “Cuando despidieron a 1400 personas, hubo momentos donde la guardia tuvo que cerrar. Cuando los echaron, el pecho lo puso un residente. Ahora, sin residentes, habrá menos atención y menos respuesta para las personas y familias. El Estado se está corriendo y dejando a un montón de personas sin acceso”, sentenciaron.
En este contexto, de total incertidumbre y desazón, se espera un nuevo abrazo al Bonaparte –este miércoles desde las 13hs, en Combate de los Pozos 2133– mientras durante la jornada del martes, se inició un paro de 48 horas, esperando ser recibidos por Salud antes del viernes en busca de respuestas.