El tercer riesgo, más silencioso, recae sobre el propio Tesoro estadounidense. La moneda argentina --sostenida artificialmente-- podría desmoronarse pese al swap. Si eso ocurre, no solo se tambalearía el relato de Milei, sino también la imagen de omnipotencia económica que Trump intenta proyectar antes de las elecciones de 2026.
En definitiva, si el salvataje falla, la versión argentina del MAGA podría terminar confirmando la broma que circula en Wall Street: “Make Argentina Default Again”.