Las muertes por fentanilo contaminado son, por ahora, 96. El por ahora, de nuevo, no es menor. El juez Kreplak, que está a cargo de la investigación, explicó que llegan a las víctimas “que los hospitales voluntariamente deciden informar”. El juez, en una entrevista con Infobae, detalló que “es un sistema voluntario donde el Estado no tiene la información suficiente para controlarlo de ninguna manera. Esta es la realidad con la que nosotros nos encontramos. No era información que tuviésemos disponible con anterioridad. La vamos obteniendo a partir de las medidas probatorias que se van llevando adelante. O sea que el hospital que quiere, que cree que tiene un caso que entra dentro de los criterios de casos que están en el reporte del Ministerio de Salud, lo denuncia y si no lo hace el Ministerio de Salud, ni ningún otro organismo público, tiene la capacidad de decirle ‘usted no lo hizo, usted no informó’ la supuesta muerte de un paciente asociado al fentanilo contaminado. Frente a eso, nosotros hicimos un trabajo de hormiga y rapidísimo por lo que implica ese trabajo”.
Kreplak también detalló: “Allanamos los laboratorios (por Ramallo y HLB Pharma), al inicio de la investigación, y a partir de ahí supimos cuáles eran las droguerías a las cuales les habían vendido. También las allanamos. Revisamos los remitos manualmente. Uno por uno. Pudimos obtener cuáles eran los hospitales a los cuales se les había vendido fentanilo de HLB Pharma de los lotes que se demostró estaban contaminados. Estamos hablando de casi 200 hospitales en todo el país. Fuimos a los 200 hospitales uno por uno y les preguntamos si efectivamente, tal como surgía de los remitos, ellos tenían determinada cantidad de ampollas de fentanilo del lote 31202, que es fundamentalmente el lote en cuestión”. El juez también solicitó a los hospitales que revisaran las historias clínicas de sus pacientes para ver a quienes se les aplicó fentanilo y si registraban las bacterias que causan las muertes. Nada está informatizado, así que fue todo manual.
Otro dato que confirmó el juez Kreplak las bacterias que causaron las muertes están presentes en los cultivos de las “muestras de museo”, una cantidad de dosis que los laboratorios están obligados a guardar una vez que ponen un producto en la calle. Esto significa que la contaminación se produjo adentro de HBL Pharma, ya que sino las “muestras de museo” no tendrían las bacterias que se detectaron en los pacientes infectados en los hospitales que compraron ese fentanilo contaminado.
Del propóleo al fentanilo
“Es la peor intoxicación del siglo” tituló Clarín en tapa el 20 de agosto de 1992. Hacía días que la noticia principal eran las muertes provocadas por un jarabe de propóleo elaborado por el Laboratorio Huilen. Hubo 25 muertos entre Capital y La Plata porque el jarabe contenía dietilenglicol, un líquido tóxico que se usa como solvente o anticoagulante en la industria. Al inicio todo apuntó hacia Mabel Aparicio y de Emilio Castro, socia gerente y director técnico del laboratorio Huilen, respectivamente. Años después la investigación judicial determinó que se trató de un sabotaje y fueron sobreseídos.
Ese fue el contexto del decreto 1490 que, con la firma de Carlos Menem y su ministro de Salud Julio Aráoz, creó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT). Las regulaciones sobre medicamentos, alimentos e incluso cosmética que tanto molestan a Sturzenegger son el objetivo central de aquel decreto firmado por Menem. En los fundamentos se aclaraba que las acciones para cuidar a la población “configuran un campo de acción muy específico, caracterizado por un elevado nivel de complejidad y diversidad, tanto técnico como científico” por lo que, al contrario de lo que postula Sturzenegger, nadie se puede cuidar solo. Necesita del Estado.
Comenzó como un pequeño organismo pero con el tiempo la ANMAT creció y en 2009 fue reconocida como Autoridad Regulatoria de Referencia en Medicamentos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Comparte esa distinción con las agencias sanitarias de Brasil (ANVISA), Cuba (CECMED), Colombia (INVIMA), México (COFEPRIS), Canadá (HealthCanada), Estados Unidos (FDA) y Chile (ISP). En 2016, la ANMAT fue reevaluada y mantuvo su estatus de Autoridad Regulatoria de Referencia en Medicamentos y Productos Biológicos de la Región.
¿Qué pasó entonces para que un organismo creado para cuidar a la ciudadanía quede envuelta en las muertes por fentanilo? Varias fuentes señalaron a El Destape que la ANMAT corrió la misma suerte que casi todos los organismos del Estado Nacional: pasó la motosierra. Despidos, falta de personal, sueldos que perdieron más de 20 puntos frente a la inflación, vaciamiento. Incluso indicaron que ANMAT redujo las inspecciones presenciales y las reemplazó en algunos casos por inspecciones virtuales, por zoom. ¿Cómo puede controlar un laboratorio por zoom?