No hubo señales de violencia ni roturas: los ladrones ingresaron sin forzar ninguna entrada y se marcharon con la pileta.
La víctima radicó la denuncia a primera hora de la mañana, en la Comisaría Quinta. Los agentes policiales actuaron rápidamente y, cerca de las 10, dieron con la pileta escondida entre unos matorrales a pocas cuadras del domicilio.
El objeto fue incautado y devuelto a su dueño, que seguramente no esperaba semejante recuperación exprés. Por el momento, la Policía continúa con la investigación para identificar al autor de este "supuesto hurto", según informaron fuentes oficiales.