Allí muestran que no se trata de aplicar una receta universal, sino de aplicar una estrategia adecuada y sostener las acciones cuanto sea necesario. “No se puede puede decir exactamente cuántas veces va a haber que rociar las viviendas, porque eso dependerá del tipo de vivienda, de lo que hacen sus habitantes y del grado de resistencia de los insectos” –dice Gürtler–.
”Algo importante es que Pampa del Indio estaba bajo control, pero aislado, porque todos los municipios vecinos estaban infestados y hacía tiempo que no tenían campañas de control. El municipio vecino, Juan José Castelli, tenía resistencia a piretroides, y los otros que no tenían resistencia también estaban infestados. Entonces lo que hicimos fue ir, investigar lo que ocurría y tratar de encontrar medidas adecuadas de forma tal de que Pampa del Indio no quedara como un reducto aislado, sino que se ampliara la frontera de la infestación. Esto es fundamental, se sabe desde hace mucho tiempo que hay que hacerlo, pero por diversos motivos los programas van trabajando en forma desarticulada en lo espacial. Y si hay adyacencias con muchas vinchucas, éstas reinvaden la zona controlada. Sin embargo, en nuestro caso no ocurrió. Es un tema de investigación. ¿Por qué fue tan baja la reinvasión? Bueno, hay cosas que no sabemos; por ejemplo, porqué a veces son más lentos esos mecanismos. Ahora, lo estamos investigando”, reveló.
La iniciativa no solo les permitió a los pobladores de Pampa del Indio librarse de las vinchucas, sino que abrió la puerta a otras acciones de salud pública. Según Marcelo Abril, director ejecutivo de la Fundación Mundo Sano, que al inicio de este programa compartió tareas con el equipo de Exactas y que a partir de lo logrado en control vectorial, hace varios años tienen un consultorio de Chagas en el municipio, esta intervención no solo fue positiva y eficaz, sino que el año pasado permitió implementar la iniciativa ETMI Plus, de la OPS, para mantener la eliminación de la transmisión maternoinfantil de VIH, sífilis, enfermedad de Chagas y la infección perinatal por el virus de la hepatitis B.
Concluye Gürtler: “Hay mucho para hacer, pero no existe la bala de plata. Eso no funciona. Hay que continuar este camino de trabajo conjunto entre el sistema científico, y los programas de control de vectores y de enfermedades para tratar de mejorar lo que se hace en terreno. Tenemos que tomar conciencia de que este problema del Chagas en el Cono Sur está resuelto prácticamente en todos lados, salvo en sectores de la Argentina y de Bolivia”.