De inmediato los uniformados salieron tras sus pasos y al llegar a unos 100 metros más adelante de donde se produjo el ultraje encontraron a Rocha, quien se encontraba durmiendo entre la maleza, por lo que rápidamente fue reducido.
Su cómplice —Verón, con domicilio en calle Mateo Pereyra— fue descubierto en el sentido opuesto, y éste también "descansaba" sobre los yuyos. Ambos fueron trasladados a la Comisaría 12, donde quedaron aprehendidos.
Por orden de la Fiscalía, peritos de Criminalística secuestraron las prendas íntimas de los depravados, para ser examinados por los expertos. La misma medida se realizó con la víctima a quien le secuestraron la ropa íntima, y le hicieron hisopados.